viernes, 11 de mayo de 2012

Érase una vez en Ciudad Gótica...

La Salada le contesta a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en relación a la decisión de la CAME de bajarse del nuevo viaje a Angola, -en atención justamente a la participación de La Salada en esa comitiva- manifestando que “La Salada va a Angola porque representa a decenas de miles de productores y comerciantes que producen trabajo argentino, y porque genera un millón de puestos de trabajo entre directos e indirectos”... Seguramente esa afirmación es cierta. Lo que calla u oculta esa respuesta sin embargo, es que muchos de esos comerciantes o productores lucran y se enriquecen a partir de la falsificación marcaria y la violación a los derechos de autor. Una vez me veo obligado a recordar que el fin no justifica los medios; y que no se puede hablar tan ligeramente de trabajo argentino o de puestos de trabajo directos o indirectos, cuando ellos se generan violando el derecho de propiedad de terceros. Lo curioso, es que quienes no respetan el derecho de propiedad sobre una marca o un derecho intelectual, acusen e imputen a la CAME de encontrarse acorralada por las reiteradas denuncias de corrupción; o de que la entidad empresaria es responsable de realizar operaciones de dudosa legalidad con sus empleados. Como reza el título de este comentario, pareciera que uno viviera en Ciudad Gótica, donde el Guazón ocupa el lugar del comisionado Fierro, y este debe recurrir a Batman para que ponga las cosas en su lugar. Lamentablemente en nuestro querido país, Batman no existe; en su lugar en cambio, surgen funcionarios como Moreno, que en lugar de combatir el fraude marcario y la violación a los derechos intelectuales como indica la ley, optan por ponderar a sus responsables y tomarlos como ejemplo de lo que debe ser la expansión y desarrollo comercial. Seguramente hasta en la ficción costaría encontrarle justificativo a semejantes conductas...Ciertamente, es una lástima que Batman no exista...
RJ

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