Comparto con Uds. algunas ideas que he volcado y ha publicado hoy el sitio web
El Ojo Digital, respecto de lo que esta sucediendo alrededor de los holdouts, la negociación y el posible default, y sobre todo, lo que implicaría para el país, de cara al futuro, incurrir en desacato. El daño que este gobierno provocaría desconociendo la sentencia del Juez Griessa, sería mucho mayor que cualquier pago que se tenga que desembolsar. Perder la confianza del mundo, o la poca que reste, agrediendo jueces extranjeros y desconociendo sus decisiones, importará, a no dudar, que ya ni siquiera tenga razón de ser establecer jurisdicciones foráneas en las convenciones internacionales, públicas o privadas, puesto que el país habrá quedado condenado al descrédito internacional, y de seguro, ya nadie entonces querrá negociar con alguien que no solo no honra sus compromisos, sino que tampoco acata las decisiones judiciales...
Por el bien del país, esperemos que quienes están a cargo de la administración del gobierno, comprendan que no se puede romper el orden internacional sin sufrir graves consecuencias. Los juicios se ganan y se pierden. Lo que no se puede hacer, es aceptarlos cuando se ganan, y desconocerlos cuando se pierden. Ello pareciera que es a lo que cada vez se acostumbra mas, el gobierno de Cristina Kircher. El mundo no funciona así. A esta altura, ya deberían saberlo, pues lo que hoy vive el país, es consecuencia de no haber acordado en tiempo y forma con los acreedores que quedaron fuera del canje, a los que graciosamente se ignoró y se les negó todo derecho y posibilidad de diálogo. No alcanza con denigrar y acusar de "buitre" a un acreedor, para desconocer sus derechos, ni de tildar de "viejo senil" a un juez para descalificar su sentencia...
RJ
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