El duro aprendizaje del arte del acuerdo
Les dejo un artículo publicado ayer en INFOBAE que replicara también EL OJO DIGITAL, donde expongo mi punto de vista respecto de lo que sucede en el país en lo que se refiere a la política actual. Lo habitual a lo largo de los últimos 70 años ha sido la confrontación permanente en términos de fanatismo entre dos sectores bien identificados y diferenciados. Peronismo vs. anti peronismo. Por supuesto, dentro del peronismo, debemos diferenciar los distintos matices que lo han representado en los últimos años, como han sido el menemismo o el kirchnerismo. Sin embargo, en los días que corren, ese antagonismo entre dos grupos bien diferenciados no surge con tanta nitidez. Hoy, los sectores a los que se intenta presentar como adversarios irreconciliables no lo son en realidad. No se trata tan solo de oficialismo y oposición, sino que convergen dentro del espectro opositor, distintos partidos políticos con fuerzas bastantes equilibradas entre si, que de ninguna manera conforman un solo y único espacio político. Por el contrario, dentro de lo que no es oficialismo, confluyen sectores bien diferenciados e incluso enfrentados entre si. Mas aún, existe una paridad de fuerzas notable entre oficialismo y cada uno de los distintos espacios opositores, que hace que ningún sector pueda prevalecer por si. Ni oficialismo, ni partidos opositores. Se debe recurrir a alianzas inevitablemente para poder avanzar en el ámbito legislativo; y porque no, de cara a una elección. Sin embargo, desde el gobierno se intenta desconocer esta realidad y presentar que existe una disputa de poder, entre quien gobierna y la oposición, entendiendo por esta a una única fuerza opositora. Ello así, porque bajo esa lógica, se alimenta el fanatismo y simplifica la pelea como ha venido sucediendo en todos estos últimos años. Los buenos contra los malos. Lo paradójico, es que los "buenos" para vencer a los "malos" hoy necesitan recurrir a un importante sector de los malos... Tal lo que está sucediendo verbigracia con el proyecto de ley para reformar ganancias. El gobierno presenta que la oposición le quiere hacer daño, y que por ello avanzó en una ley que sencillamente lo desfinancia y le complica la gobernabilidad. Para vencer a esa fuerza "opositora", recurre a los gobernadores, que curiosamente, integran y son parte de esa fuerza "opositora única". Dicho de otra forma, el gobierno, -los buenos-, están decididos a terminar con los malos, -la oposición-, y para ello, convocan a los propios malos; no a cualquiera, sino a los mas poderosos de los "malos", a sus gobernadores. Podría decirse que es un oxímoron: algo así como ángeles del infierno. En suma, la realidad es que una vez mas, la política elige la vía de la confrontación por sobre el dialogo y el acuerdo. Es la política quién está invitando a confrontar intentando generar dos bandos que en rigor, no son tal cosa. Sería de desear que se reflexione al respecto y de una vez se tome el camino del diálogo y del acuerdo, como prometió el presidente Macri al momento de asumir como Presidente, en lugar de insistir en la confrontación, que tantos males ya le causó a nuestro querido y bendito país. No me quisiera extender. Sugiero lean el artículo.
RJ