lunes, 16 de julio de 2007

Talleres Clandestinos, Marcas y Falsificación Marcaria

En una publicación del diario Clarín de ayer domingo, una vez más se pone de manifiesto la impunidad con que todavía se mueven los talleres clandestinos en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires... Según la denuncia, estamos hablando de algo más de 5000 talleres en condiciones de ilegalidad, comprensivos de más de 30.000 trabajadores explotados bajo condiciones que violan todas las reglas de dignidad, salubridad, higiene, decoro y por supuesto normas y regulación laboral. Recordemos tan solo el trágico incendio acaecido en el mes de marzo de 2006, donde murieron seis personas en un taller ubicado en el barrio de Caballito.
Esto que ocurre en el ámbito de la Ciudad se multiplica geométricamente con tan solo cruzar la Avda. General Paz, e ingresar en territorio de la Provincia de Buenos Aires.
Los números involucrados conforme la Cámara Industrial de la Indumentaria son por demás ilustrativos a este respecto; 700 millones de dólares al año movería el negocio de los talleres ilegales de Capital y el conurbano según la información recogida.
Dos serían los destinos finales de la resultante de estos talleres ilegales.
Por un lado, se menciona como beneficiaria de lo que se manufactura en estos talleres clandestinos, a ciertas marcas registradas inescrupulosas que se aprovechan de esta situación a expensas de la necesidad de los trabajadores. En este sentido, el ministro de Producción de la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Rodríguez habría señalado según el matutino que vengo referenciando: "Investigamos a fondo la cadena entre los talleres que explotan mano de obra esclava y la vinculación con las grandes marcas y en los próximos días vamos a presentar la denuncia más importante que se haya hecho sobre esa relación, porque el tema no es solamente sancionar al taller que viola la ley, sino a aquel que se beneficia con el producto de un trabajo pagado en monedas".
Incluso, la princesa Máxima de Holanda envió una carta a una de sus proveedoras en alta costura en nuestro país, de la que da cuenta, en la cual le hace saber que atento las denuncias que la vinculaban con el trabajo esclavo, en los días que siguieron a la tragedia de Caballito, decidía suspender sus compras a la diseñadora.
Pero los otros grandes destinatarios de estos talleres espureos son sin ninguna duda, las organizaciones criminales que se dedican a la fabricación y venta de mercadería falsificada. A nadie se le escapa que se utiliza esta mano de obra esclava y estos talleres clandestinos para copiar marcas y comercializar el producto ilegítimo en las distintas ferias que se desarrollan a lo largo del país. Sin embargo, nada se dice de ellas en esta ocasión.
Enfrentar estas organizaciones, es un verdadero problema; los talleres van mutando de lugar para evitar ser detectados, trabajan de noche para eludir las inspecciones, y los puntos donde se comercializan los productos son muy difíciles de controlar. Como se advierte, una lucha muy despareja como permanentemente da cuenta y pone de manifiesto la AFIP y la Aduana.
El combate contra las marcas inescrupulosas, es a no dudar, infinitamente más simple. Para contrarrestar esta realidad, se debería contar con una normativa adecuada que cuanto menos facilite o empareje un poco las cosas. Sin embargo, hasta la fecha, modificar este status-quo parece una tarea improbable a estar a la falta de acción y de reacción de nuestro Poder Legislativo. No podemos continuar dejando todo en manos de las autoridades de la AFIP o de Aduanas.
Debemos involucrar decididamente a los propietarios y/o responsables de las marcas en el territorio, y exigir entre todos la tan ansiada reforma legislativa. Ciertamente que esta no será milagrosa per-se, pero sin duda coadyuvará en la lucha contra el flagelo; o aunque mas no sea, será un incentivo para quienes nos dedicamos a diario a combatir la falsificación marcaria.
Mientras esto no ocurra, continuarán apareciendo las marcas como las responsables o beneficiarias de situaciones como las que denuncia la nota precedentemente individualizada, en lugar de ser tenidas o presentadas como lo que realmente son en su gran mayoría, verdaderas damnificadas del delito de falsificación marcaria.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Roberto:
Vos sabes que siempre he tenido un pensamiento diferenciado al de muchos colegas respecto al porque de la inactividad escandalosa contra la falsificación en la Argentina de muchas de las empresas que deberían de perseguirla a sol y a sombra y ni siquiera mueven un dedo al respecto.
Siempre me ha llamado poderosamente la atención la diferencia de opiniones sobre el combate a la piratería que existe entre las empresas matrices del exterior y muchas de las aquí franquiciadas.
Nos consta que con cada compañía matríz del exterior, cada vez que nos hemos reunido, nos han mostrado un interés profundo sobre el problema y han demostrado, en caso de algunos de nuestros clientes una determinación y estrategia para el combate que nos ha ayudado y nos ayuda enormemente dentro de nuestro campo profesional.
Sin embargo, al momento de tener que tratar con algunas empresas franquiciadas o representadas en el país de algunas grandes marcas internacionales y no tanto y exponerles el problema, siempre han mostrado un "gran interés" en sus comentarios, pero al momento de los hechos, valga la redundancia, no han hecho absolutamente nada.
Vos, en tu nota, estás quizás dando una explicación, o una de las tantas explicaciones posibles, al porqué de esta inacción.
Si mi pensamiento se confirma, y por lo que vos escribís en esta nota va rápidamente en ese sentido, entonces tendremos un problema mas con el cual lidiar. Ojalá no se repita aquí la experiencia nefasta de algunas compañías en el sudeste asiático hace un par de años atrás.
De lo contrario deseo que nieve nuevamente. Pero que nieve hasta que la Antártida termine siendo un apéndice de la Argentina...
Un abrazo a los amigos del blog.

Anónimo dijo...

Drs, he leido con atención sus comentarios y no comprendo como puede haber lugares a la vista de todo el mundo donde se comercialize esa mercaderia, partiendo de la conocida "salada" hasta un lugar,o dos, mejor dicho, en pleno centro de escobar que me consta de conocerlos. He visto programas televisivos donde se meten con camaras y asi todo siguen trabajando.
Donde se origina el problema? como puede ser que no se cierre?
Si no hubiera estos lugares habilitados para la venta? a quien le venderian estos talleres clandestinos??
Los lugares de venta no son dificiles de encontrar...tan dificil es encontrar los talleres??? Quien les vende las mismas telas utilizadas por las marcas legales??
Los dueños de las licencias, hacen algo para contrarrestar la pirateria???
Les dejo estas preguntas y sigan asi.
Un gran abrazo...
Ruben

Anónimo dijo...

La falsificación marcaria es sin duda el negocio más rentable para los talleres clandestinos ya que sus falsos productos aprovechan el indisputado prestigio de una marca impuesta en el mercado.
Como hemos opinado en otra oportunidad, se necesitan normas legales que permitan la persecución efectiva de estas organizaciones ilegales, y sobre todo se necesita una cultura judicial penal que tenga la convicción de la gravedad del delito marcario.
Falsificar un producto requiere de cierta tecnología, pero debe tenerse presente que falsificar determinados productos (relojes, cierto tipo de calzados) puede requerir tecnologías que demanden inversiones considerables.
Probablemente sea arduo detectar pequeños talleres ilegales, y esta tarea debe ser resueltamente encarada, pero debe ponerse el máximo esfuerzo en desbaratar las organizaciones grandes que constituyen el objetivo más importante en la lucha por la legalidad.
Carlos A. Azize

Roberto Porcel dijo...

Rubén,
Todos conocen las grandes ferias donde se comercializan no solo productos falsificados sino también mercadería robada. De igual suerte, también se tiene conocimiento de talleres o fábricas donde se los produce y manufactura.
Es mas, es moneda corriente que sean asaltados muchos de los tours de compra provenientes del interior del país antes de arribar definitivamente a los predios donde se instalan las ferias, lo que pone en evidencia lo manifiesto y expuesto del circuito.
No solo ello; todos los que ingresan a diario a la ciudad provenientes de la provincia, por el norte por ejemplo, saben que en Sarmiento y Figueroa Alcorta, en el semáforo frente al planetario, se venden carteras falsificadas con la marca LV a la vista de todos. Paran los autos, se les acerca el producto "escondido" en una bolsa, -lo que pareciera ser hasta por encargo-, pagan y continúan su marcha. Como verás, también los consumidores son grandes responsables.
Mientras tanto los dueños de las marcas, poco o nada hacen al respecto. No hay conciencia ciudadana, no existe estrategia ninguna y como para que este delito sea todo un éxito, tampoco hay una legislación adecuada ni nada que se le aproxime.
Triste realidad, aunque contrariamente a lo que dice la canción, quiero creer tiene remedio.
Un abrazo y muchas gracias por visitarnos.