Venta de medicamentos
Con fecha 17 de diciembre de 2009 se promulgó la ley 25567, sancionada en fecha 25 de noviembre de 2009, que derogó los artículos 14 y 15 del Decreto Nº 2284/91, y que dispuso en su Artículo 1º que: "La preparación de recetas, la dispensa de drogas, medicamentos, incluidos los denominados de venta libre y de especialidades farmacéuticas, cualquiera sea su condición de expendio, sólo podrán ser efectuadas en todo el territorio de la Nación, en farmacias habilitadas.
Los medicamentos denominados de venta libre deberán ser dispensados personalmente en mostrador por farmacéuticos o personas autorizadas para el expendio.
La autoridad sanitaria competente podrá disponer la incorporación de otro tipo de productos al presente régimen.
Su venta y despacho fuera de estos establecimientos se considera ejercicio ilegal de la farmacia y, sin perjuicio de las sanciones establecidas por la ley, los que la efectúen podrán ser denunciados por infracción al Código Penal".
Advierta el lector que esta norma es muy reciente y por cierto, responde a una realidad que nadie puede desconocer como es la que refleja la causa conocida como la mafia de los medicamentos...
Debo reconocer que luego de tanto reclamo para que se reaccionara respecto a lo que sucede con la falsificación de medicamentos, me dió la sensación que todos aplaudirían la nueva legislación. Sin embargo, hoy encuentro con sorpresa, leyendo una noticia que publica el diario Clarin, que la Unión de Kiosqueros habría deducido una acción declarativa de certeza ante el fuero en lo Contencioso Administrativo de la Ciudad de Buenos Aires, para que se reconozca la vigencia del decreto desregulatorio 2.284, que habilitó la venta de medicamentos de venta libre fuera de las farmacias, y que fue aprovechado ciertamente por kioscos, supermercados y estaciones de servicio. Lo curioso es que aparentemente la Ciudad apoyaría esta posición, justificando que "es una facultad propia de la Ciudad reglamentar la venta de medicamentos de venta libre". Al parecer, para las autoridades de la Ciudad, la ley 25.567, que establece que todos los medicamentos deben ser vendidos en farmacias habilitadas "no es aplicable" en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Mas allá de no compartir esta posición que pareciera estaría asumiendo la Ciudad de Buenos Aires, -que por lo demás hasta donde conozco jamás atacó de nulidad ni por incostitucionalidad la flamante legislación vigente-, advierto con tristeza que una vez mas se ponen palos en la rueda a la hora de unificar criterios en torno de la lucha contra la falsificación de medicamentos y de marcas. Se hace caso omiso de leyes plenamente vigentes con una ligereza que asusta, generando conflictos innecesarios y poniendo en evidencia un llamativo desprecio en lo que respecta al cumplimiento de la ley. Desgraciadamente se continúan priorizando intereses propios por sobre intereses superiores que hacen a la salud y bienestar general de la población.
Los medicamentos denominados de venta libre deberán ser dispensados personalmente en mostrador por farmacéuticos o personas autorizadas para el expendio.
La autoridad sanitaria competente podrá disponer la incorporación de otro tipo de productos al presente régimen.
Su venta y despacho fuera de estos establecimientos se considera ejercicio ilegal de la farmacia y, sin perjuicio de las sanciones establecidas por la ley, los que la efectúen podrán ser denunciados por infracción al Código Penal".
Advierta el lector que esta norma es muy reciente y por cierto, responde a una realidad que nadie puede desconocer como es la que refleja la causa conocida como la mafia de los medicamentos...
Debo reconocer que luego de tanto reclamo para que se reaccionara respecto a lo que sucede con la falsificación de medicamentos, me dió la sensación que todos aplaudirían la nueva legislación. Sin embargo, hoy encuentro con sorpresa, leyendo una noticia que publica el diario Clarin, que la Unión de Kiosqueros habría deducido una acción declarativa de certeza ante el fuero en lo Contencioso Administrativo de la Ciudad de Buenos Aires, para que se reconozca la vigencia del decreto desregulatorio 2.284, que habilitó la venta de medicamentos de venta libre fuera de las farmacias, y que fue aprovechado ciertamente por kioscos, supermercados y estaciones de servicio. Lo curioso es que aparentemente la Ciudad apoyaría esta posición, justificando que "es una facultad propia de la Ciudad reglamentar la venta de medicamentos de venta libre". Al parecer, para las autoridades de la Ciudad, la ley 25.567, que establece que todos los medicamentos deben ser vendidos en farmacias habilitadas "no es aplicable" en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Mas allá de no compartir esta posición que pareciera estaría asumiendo la Ciudad de Buenos Aires, -que por lo demás hasta donde conozco jamás atacó de nulidad ni por incostitucionalidad la flamante legislación vigente-, advierto con tristeza que una vez mas se ponen palos en la rueda a la hora de unificar criterios en torno de la lucha contra la falsificación de medicamentos y de marcas. Se hace caso omiso de leyes plenamente vigentes con una ligereza que asusta, generando conflictos innecesarios y poniendo en evidencia un llamativo desprecio en lo que respecta al cumplimiento de la ley. Desgraciadamente se continúan priorizando intereses propios por sobre intereses superiores que hacen a la salud y bienestar general de la población.
RJ
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