Y las marcas para cuando?
Se realizò esta tarde una marcha por el centro porteño dispuesta por la Unión de Trabajadores de Sociedades de Autores y la Unión Argentina de Videoeditores a los fines de entregar a las autoridades de la Ciudad un documento pidiendo que se combatan las actividades "ilegales y mafiosas" que importan infracciòn a la ley 11.723...
Con la consigna "Contra la tolerancia a la piratería, en defensa del trabajo", el manifiesto que se entregò reclamò por una "urgente" intervención de los organismos de control estatales en la regulación de actividades "ilegales y mafiosas".
Segùn Osvaldo Moreno, secretario adjunto de la UTSA, la piratería es mafia, delito, tráfico ilegal, inseguridad, violencia, "empresarios" invirtiendo en negocios ilícitos, evasión y consiguiente pérdida de fuentes de trabajo. Y esto sucede por la tolerancia de los poderes del Estado, de los órganos ejecutivos del nivel nacional, provincial y municipal".
No es la primera vez que estos actores (UTSA y UAV) asumen conductas activas en defensa de sus fuentes de trabajo lègitimas y contra la piraterìa. Tòmese nota que segùn informa Infobae, de las 83 empresas editoriales que alquilaban o vendían películas en DVD para el hogar, sólo 30 continúan en actividad, y de los casi 1200 videoclubes, cerraron más de 400.
Lo que sin embargo continùa sorprendiendo es que estos reclamos y movilizaciones contra la piraterìa se agoten en lo que tiene que ver con la violaciòn de los derechos intelectuales; y no comprendan ni sean abarcativos del reclamo que debiera existir por la violaciòn a la ley de marcas.
Por el contrario, se publicitan ferias y sitios virtuales donde se comercializan productos con marca falsificada como si ello hubiera dejado de ser delito. Cada vez es mas frecuente encontrarnos con sentencias de Jueces que entienden que falsificar una marca no es delito si quièn adquiere el producto apòcrifo es conocedor de la imitaciòn fraudeulenta, con total desprecio hacia la propiedad de la marca y el derecho de propiedad vulnerado.
Pero lo mas asombroso, es la conducta totalmente pasiva que asumen las propias marcas en defensa de su derecho de propiedad. Insisto en que en nuestro paìs no se persigue la piraterìa; es como si ello no le importara a los dueños de las marcas. Cuanto menos, a sus representantes locales que no estàn dispuestos a asumir el costo que implique la defensa contra la falsificaciòn.
Con la consigna "Contra la tolerancia a la piratería, en defensa del trabajo", el manifiesto que se entregò reclamò por una "urgente" intervención de los organismos de control estatales en la regulación de actividades "ilegales y mafiosas".
Segùn Osvaldo Moreno, secretario adjunto de la UTSA, la piratería es mafia, delito, tráfico ilegal, inseguridad, violencia, "empresarios" invirtiendo en negocios ilícitos, evasión y consiguiente pérdida de fuentes de trabajo. Y esto sucede por la tolerancia de los poderes del Estado, de los órganos ejecutivos del nivel nacional, provincial y municipal".
No es la primera vez que estos actores (UTSA y UAV) asumen conductas activas en defensa de sus fuentes de trabajo lègitimas y contra la piraterìa. Tòmese nota que segùn informa Infobae, de las 83 empresas editoriales que alquilaban o vendían películas en DVD para el hogar, sólo 30 continúan en actividad, y de los casi 1200 videoclubes, cerraron más de 400.
Lo que sin embargo continùa sorprendiendo es que estos reclamos y movilizaciones contra la piraterìa se agoten en lo que tiene que ver con la violaciòn de los derechos intelectuales; y no comprendan ni sean abarcativos del reclamo que debiera existir por la violaciòn a la ley de marcas.
Por el contrario, se publicitan ferias y sitios virtuales donde se comercializan productos con marca falsificada como si ello hubiera dejado de ser delito. Cada vez es mas frecuente encontrarnos con sentencias de Jueces que entienden que falsificar una marca no es delito si quièn adquiere el producto apòcrifo es conocedor de la imitaciòn fraudeulenta, con total desprecio hacia la propiedad de la marca y el derecho de propiedad vulnerado.
Pero lo mas asombroso, es la conducta totalmente pasiva que asumen las propias marcas en defensa de su derecho de propiedad. Insisto en que en nuestro paìs no se persigue la piraterìa; es como si ello no le importara a los dueños de las marcas. Cuanto menos, a sus representantes locales que no estàn dispuestos a asumir el costo que implique la defensa contra la falsificaciòn.
Me queda la duda si los accionistas de las marcas en el paìs de origen estaràn de acuerdo con esta actitud pasiva local, que a no dudar, daña y como, no solo la imagen y reputaciòn de las marcas afectadas, sino la fuente de ingresos de las empresas propietarias de las diferentes marcas, que se ven privadas de las regalìas correspondientes que debieran percibir por las ventas de productos con sus marcas en el paìs.
RJ
No hay comentarios.:
Publicar un comentario