Los usuarios pueden demandar a la marca por la falta de acción contra el fraude marcario?
Días pasados llamé la atención sobre la responsabilidad del directorio de las empresas que cotizan en bolsa con motivo de la falta de acción en lo que respecta a la defensa contra la falsificación de marcas... En esta oportunidad me gustaría analizar que pasa con aquellos clientes que consumen productos con marca registrada cuando la empresa propietaria de la marca no defiende su prestigio e identidad contra aquellos que la falsifican.
Es sabido que quienes consumen una determinada marca lo hacen por cuanto se identifican con todo lo que ella representa; comencemos por destacar el prestigio de dicha marca, su calidad, el diseño, etc. En síntesis, se identifican con un "grupo".
Pero cuando dicha marca es falsificada, se afecta su prestigio, por supuesto su calidad y obviamente se desvirtúa el grupo. Y en muchas ocasiones, se debe concluir en que el "gasto" en que se incurrió no tuvo razón de ser.
Dicho de otra forma, si un cliente invierte su dinero por ejemplo en adquirir una cartera Louis Vuitton y paga lo que ella cuesta, -que ciertamente no es un costo menor-, lo menos que puede pretender es diferenciarse a partir del producto adquirirdo, y que este no se confunda con las copias ilegítimas. Lo mismo sucede con los relojes, con anteojos, zapatillas, ropa, etc.
No solo se adquieren estos productos por su calidad intrínseca, sino también por lo que ellos representan, por su prestigio; porque los identifica con un sector y los incluye en un grupo.
Luego, cuando los productos son falsificados, se afecta al tercero consumidor de buena fe que ve asi afectada su pertenencia al grupo, sufre por el daño que se le impone al prestigio de la marca adquirida y pierde la "exclusividad" que se supone la marca brinda a quién la consume. Ya no "identifica" sino que desde que se confunden los productos, originales y apócrifos, no solo no se mantiene la identidad de la marca sino que se la desvirtúa, al no poder distinguirse entre el producto sano y el adulterado.
Por eso es fundamental que desde la empresa propietaria de la marca se la defienda contra todos aquellos que la falsifican. La falta de acción en este sentido de parte de la empresa, a mi entender, genera responsabilidad que cuaqluier consumidor de la marca, de buena fe, puede reclamar contra la misma.
Prestese atención a esta situación, pues las empresas dueñas de las marcas pueden comenzar a verse afectadas por cantidad de juicios de parte de sus consumidores habituales por no combatir y defender adecuadamente la marca contra el fraude marcario.
RJ
Es sabido que quienes consumen una determinada marca lo hacen por cuanto se identifican con todo lo que ella representa; comencemos por destacar el prestigio de dicha marca, su calidad, el diseño, etc. En síntesis, se identifican con un "grupo".
Pero cuando dicha marca es falsificada, se afecta su prestigio, por supuesto su calidad y obviamente se desvirtúa el grupo. Y en muchas ocasiones, se debe concluir en que el "gasto" en que se incurrió no tuvo razón de ser.
Dicho de otra forma, si un cliente invierte su dinero por ejemplo en adquirir una cartera Louis Vuitton y paga lo que ella cuesta, -que ciertamente no es un costo menor-, lo menos que puede pretender es diferenciarse a partir del producto adquirirdo, y que este no se confunda con las copias ilegítimas. Lo mismo sucede con los relojes, con anteojos, zapatillas, ropa, etc.
No solo se adquieren estos productos por su calidad intrínseca, sino también por lo que ellos representan, por su prestigio; porque los identifica con un sector y los incluye en un grupo.
Luego, cuando los productos son falsificados, se afecta al tercero consumidor de buena fe que ve asi afectada su pertenencia al grupo, sufre por el daño que se le impone al prestigio de la marca adquirida y pierde la "exclusividad" que se supone la marca brinda a quién la consume. Ya no "identifica" sino que desde que se confunden los productos, originales y apócrifos, no solo no se mantiene la identidad de la marca sino que se la desvirtúa, al no poder distinguirse entre el producto sano y el adulterado.
Por eso es fundamental que desde la empresa propietaria de la marca se la defienda contra todos aquellos que la falsifican. La falta de acción en este sentido de parte de la empresa, a mi entender, genera responsabilidad que cuaqluier consumidor de la marca, de buena fe, puede reclamar contra la misma.
Prestese atención a esta situación, pues las empresas dueñas de las marcas pueden comenzar a verse afectadas por cantidad de juicios de parte de sus consumidores habituales por no combatir y defender adecuadamente la marca contra el fraude marcario.
RJ
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