Venta ilegal y subsistencia
El Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires busca una modificación al régimen de las contravenciones para endurecer las penas contra la venta ilegal. Hoy según el propio Jefe de la Fuerza Metropolitana, Eugenio Burzaco, resulta muy difícil comprobar respecto de la venta ambulante si esta se realiza para mera subsistencia o no. Por ello propone los cambios que se referencian, puesto que una de las principales tareas de la flamante Metropolitana será, precisamente, combatir las contravenciones...
Conforme la redacción actual del Código contravencional, el artículo 83 establece multas de $ 200 a $ 600 para quien organiza actividades lucrativas no autorizadas en el espacio público, y de $ 5.000 a $ 30.000 si lo hace en volúmenes y modalidades similares a las de un comercio común. Pero a la vez establece que no es contravención si la venta se hace "por mera subsistencia". El problema es que no queda claro cuando una persona vende por mera subsistencia o no. En rigor, siempre se va a declamar y argumentar que se hace por mera subsistencia. Ello hace que los infractores se aprovechen de esta zona gris que genera la actual redacción para comercializar CD y DVDs truchos, perfumes, relojes, ropa o juguetes o cualquier otro producto en infracción a las leyes de propiedad intelectual o de marcas.
Mientras tanto, desde la oposición legislativa presentan objeciones a la reforma pretendida. Asi, Martín Hourest, de Proyecto Sur, aseguró: "El poder de policía tiene que estar antes que la represión... Y en cuanto a la venta ambulante, no se puede criminalizar a los trabajadores, hay que perseguir a las redes mafiosas que los explotan".
En un sentido similar se pronunció Sergio Abrevaya, de la Coalición Cívica: "No está mal actualizar el Código. Pero sin control en la calle la ley no alcanza... En tanto, Diego Kravetz, del bloque Peronista, afirmó que "si la Metropolitana, en vez de escuchar dirigentes opositores, saliese a la calle en su rol de preventor de delitos y contravenciones, no estaríamos discutiendo la problemática de los trapitos, porque impedirían que se lleve a cabo los ilícitos relacionados con la actividad". Sin embargo está a la vista que tan solo con la actual redacción del código no alcanza.
En suma, un proyecto bueno que coadyuvará a luchar contra el comercio ilegal y la competencia desleal. Esperemos que los legisladores que se oponen a estas modificaciones reflexionen y adviertan que no se trata de criminalizar a los trabajadores sino de defender el derecho de propiedad, de evitar violaciones a las leyes de propiedad intelectual y de marcas y de evitar la competencia desleal. Hay industrias -que generan por cierto muchos puestos de trabajo-, que están en vías de extinsión por culpa de estas organizaciones criminales que se dedican al comercio ilegal y que van a dejar y ya han dejado a muchos trabajores honestos en la calle. Tan solo tómese nota por caso de los videos club que ya han cerrado sus puertas por culpa de estas organizaciones.
Conforme la redacción actual del Código contravencional, el artículo 83 establece multas de $ 200 a $ 600 para quien organiza actividades lucrativas no autorizadas en el espacio público, y de $ 5.000 a $ 30.000 si lo hace en volúmenes y modalidades similares a las de un comercio común. Pero a la vez establece que no es contravención si la venta se hace "por mera subsistencia". El problema es que no queda claro cuando una persona vende por mera subsistencia o no. En rigor, siempre se va a declamar y argumentar que se hace por mera subsistencia. Ello hace que los infractores se aprovechen de esta zona gris que genera la actual redacción para comercializar CD y DVDs truchos, perfumes, relojes, ropa o juguetes o cualquier otro producto en infracción a las leyes de propiedad intelectual o de marcas.
Mientras tanto, desde la oposición legislativa presentan objeciones a la reforma pretendida. Asi, Martín Hourest, de Proyecto Sur, aseguró: "El poder de policía tiene que estar antes que la represión... Y en cuanto a la venta ambulante, no se puede criminalizar a los trabajadores, hay que perseguir a las redes mafiosas que los explotan".
En un sentido similar se pronunció Sergio Abrevaya, de la Coalición Cívica: "No está mal actualizar el Código. Pero sin control en la calle la ley no alcanza... En tanto, Diego Kravetz, del bloque Peronista, afirmó que "si la Metropolitana, en vez de escuchar dirigentes opositores, saliese a la calle en su rol de preventor de delitos y contravenciones, no estaríamos discutiendo la problemática de los trapitos, porque impedirían que se lleve a cabo los ilícitos relacionados con la actividad". Sin embargo está a la vista que tan solo con la actual redacción del código no alcanza.
En suma, un proyecto bueno que coadyuvará a luchar contra el comercio ilegal y la competencia desleal. Esperemos que los legisladores que se oponen a estas modificaciones reflexionen y adviertan que no se trata de criminalizar a los trabajadores sino de defender el derecho de propiedad, de evitar violaciones a las leyes de propiedad intelectual y de marcas y de evitar la competencia desleal. Hay industrias -que generan por cierto muchos puestos de trabajo-, que están en vías de extinsión por culpa de estas organizaciones criminales que se dedican al comercio ilegal y que van a dejar y ya han dejado a muchos trabajores honestos en la calle. Tan solo tómese nota por caso de los videos club que ya han cerrado sus puertas por culpa de estas organizaciones.
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