martes, 4 de marzo de 2008

Lo falsificado se sigue imponiendo sobre lo original

Ya no sorprenden a nadie los resultados de las nuevas mediciones hechas por la consultora Ipsos-Mora y Araujo a pedido de AMCHAM sobre un marco de 500 encuestados, realizadas en Capital Federal y Gran Buenos Aires...
El 82% de los ciudadanos admite que comprar productos falsificados es delito. Pero pese a ello, privilegia el precio por sobre la violaciòn al derecho de propiedad de los terceros. No importan los sectores sociales ni la edad. Todos incurren en el tipo penal, y lo reconocen sin pudor ninguno.
En una palabra, ratifican lo expresado por mi en oportunidad de escribir para el diario Cronista Comercial la nota intitulada "Todos somos delincuentes".
Segùn publica el diario La Naciòn, el 58% de los consultados adquiere el producto espureo si cuestan la mitad que el producto original.
Textualmente,reproduce el citado matutino "En el sector económico ABC1 (de ingresos medios y altos), el 45% prefiere la copia ilegal. También prefieren lo falso pero accesible en precio los consumidores de los segmentos medios C2/C3 (54%) y los bajos DE (62 por ciento).
Cuanto más jóvenes, menos respeto por lo legal y más por prioridad para el propio bolsillo. El 72% de los jóvenes de 16 a 29 años compra un producto falso si cuesta la mitad que el original. Lo mismo sucede con el 67% de los que tienen entre 30 y 44 años, el 38% de los de 45 a 59 y sólo el 19% de los mayores de 60.
Como se advierte, el problema lejos de disminuir, aumenta. Y ello por cuanto, falla la educaciòn y concientizaciòn de los mas jovenes, quienes estan educàndose en una cultura altamente peligrosa en este sentido. Recordemos lo que ocurrìa en la Universidad de Buenos Aires, con el centro de fotocopiadoras a cargo de la FUBA.
No existe respeto a la ley y esto es evidente. Pero tampoco existe ley que sancione estas conductas transgresoras. Y mientras no se modifique la ley de marcas, nada cambiara.
Se equivoca el señor Embajador norteamericano en Buenos Aires, Earl Anthony Wayne cuando manifiesta que "la innovación es fundamental para el crecimiento de la economía argentina, pero para asegurarla debe existir una legislación que respete el derecho de propiedad intelectual, para que los emprendedores puedan apostar a largo plazo".
Existe en nuestro paìs una muy buena legislaciòn que respeta el derecho de propiedad intelectual, cual es la ley 11.723. Lo que se viene actuando al amparo de esta normativa asi lo demuestra.
Lo que falla y esta faltando contrariamente, es el mismo tratamiento para la falsificaciòn de marcas; hay que modificar urgentemente la ley 22.362. El problema es que se sigue confundiendo falsificaciòn intelectual con falsificacion de marcas. Y peor aùn, falsificaciòn de marcas con falsificaciòn de medicamentos.
Se deben unificar criterios como vengo solicitando desde hace mucho tiempo, para cumplir con el Acuerdo TRIPs, y generar de esta suerte procesos penales que contemplen todos las mismas penas para delitos con la misma entidad.
No todos los casos de pirateria tienen el mismo tratamiento. Me arriesgo a afirmar, que aquellos que producen consecuencias mas dañosas, son los que menos pena contemplan.
Reitero no es lo mismo falsificar un CD que un medicamento o un repuesto de aviaciòn.
Sin embargo, por falsificar un CD la ley prevee penas de hasta seis años de prisiòn, y por falsificar un repuesto o medicamento no existe penalidad ninguna.
Serìa prudente que desde AMCHAM se reclame de una vez por todas, por la modificaciòn de la ley de marcas.
Y que desde el Congreso de la Naciòn se preste atenciòn a estas encuestas que reflejan la peligrosidad que encierra el delito de marras y la impunidad que lo rodea.


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