Falsificación de marcas y salud
Recientemente una nota del diario Clarín da cuenta de la importante cantidad de anteojos de sol falsificados que se venden por las playas de nuestro país. Esto desde ya que no es ninguna novedad. En cualquier arteria de la Ciudad de Buenos Aires podemos encontrar personas que se dedican a comercializar este tipo de productos. Sin embargo, lo que el consumidor pareciera no tener en cuenta a la hora de adquirir estas copias, es lo dañinas que resultan para su salud... como el protector solar, el anteojo tiene como objetivo regular la entrada de luz. Y así como la excesiva exposición al sol provoca envejecimiento prematuro de la piel, los mismo sucede con los ojos si se usan lentes de mala calidad. Según Gustavo Bodino, médico oftalmólogo del hospital Santa Lucía y secretario general del Consejo Argentino de Oftalmología, los lentes falsificados son altamente nocivos para el que simplemente se pasea. Pero si además lo trasladamos al veraneo en el mar, donde la arena hace que rebote la radiación, el peligro se multiplica. En igual sentido se expidió Luis Suárez, presidente del Colegio de Opticos de la Provincia, quién agregó "que usar anteojos de mala calidad es grave: tiene consecuencias en la vista a corto y largo plazo”. Y siguió: “En el momento, su uso provoca mareos, dolores de cabeza y cansancio de vista. Con el tiempo, ceguera parcial. Es urgente instalar que es peligroso andar con lentes truchos ”.
Lamentablemente ni el Colegio de Opticos, ni la Policía –que interviene porque la falsificación es delito– ni la Comuna pueden calcular cuántos puestos de venta hay en Mar del Plata. La estimación hecha por el diario que vengo referenciando es que por día se venden en esa ciudad 1500 pares de anteojos falsos; y tan solo se pudieron secuestrar 500 pares en lo que va de enero. Este tipo de productos, en los que la falsificación esta a la vista y el precio por cierto es mas que elocuente a este respecto, pone en evidencia que el público consumidor no es un simple damnificado en el delito de fraude marcario, -aunque en los hechos asi va a ser en este caso cuando el uso del producto dañe su salud visual-, sino que es cómplice de quién vende el producto apócrifo, participe necesario, y como tal debería soportar una sanción penal de manera expresa.
RJ
Lamentablemente ni el Colegio de Opticos, ni la Policía –que interviene porque la falsificación es delito– ni la Comuna pueden calcular cuántos puestos de venta hay en Mar del Plata. La estimación hecha por el diario que vengo referenciando es que por día se venden en esa ciudad 1500 pares de anteojos falsos; y tan solo se pudieron secuestrar 500 pares en lo que va de enero. Este tipo de productos, en los que la falsificación esta a la vista y el precio por cierto es mas que elocuente a este respecto, pone en evidencia que el público consumidor no es un simple damnificado en el delito de fraude marcario, -aunque en los hechos asi va a ser en este caso cuando el uso del producto dañe su salud visual-, sino que es cómplice de quién vende el producto apócrifo, participe necesario, y como tal debería soportar una sanción penal de manera expresa.
RJ
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