Que frena Ley contra Falsificación Marcaria
Llama mucho la atención a esta altura de los acontecimientos que a pesar del impulso que ha cobrado en el mundo y en nuestro país el flagelo de la falsificación marcaria, a tres años de presentado el primero de los proyectos de reforma a la ley de marcas en materia penal, el Congreso de la Nación nunca les haya prestado la debida atención, y mucho menos los haya debatido y convertidos posteriormente en ley... Hoy ya a nadie sorprende el dinero que mueve y esconde el delito de falsificación de marcas, ni el peligro que en su desarrollo nos muestra y por supuesto conlleva. Ya no estamos en presencia de simples infractores o de comerciantes incorrectos o poco serios, sino que debemos enfrentar verdaderas organizaciones criminales.
Talleres clandestinos que obligan a hombres y mujeres a trabajar y vivir en estado prácticamente de esclavitud; ferias que comercializan a plena luz del día productos con marcas falsificadas que esos mismos talleres fabrican, en las que parecieran mandar e imponerse los códigos mafiosos por sobre los municipales, provinciales o nacionales.
Tan solo inténtese entrar con una cámara para reflejar lo que allí acontece y verán lo que ocurre con el “imprudente y/o desprevenido” portador de la cámara. Mercados virtuales que ofrecen a través de Internet todo tipo de productos falsos, como medicamentos, productos alimenticios, vinos, indumentaria, calzado, relojes, perfumes, anteojos, teléfonos, palos de golf, repuestos de lo que sea que se quiera, etc. En síntesis, todo lo que se les ocurra que se fabrique, se falsifica y ofrece. Y no solo a través de sitios determinados dedicados al intercambio, sino que nos llegan por cientos ofertas vía e-mail y/o spam.
Hoy el fruto del intercambio espúreo a través de esos mercados virtuales es superior al de los mercados territoriales. Y también más peligroso, pues al ofrecer productos de mejor calidad que los que usualmente se ofrecen en los mercados territoriales, se facilita la confusión y se capta más fácilmente la voluntad del consumidor.
Frente a esta realidad, hemos encontrado respuestas concretas, claras y precisas desde algunos sectores del Ejecutivo, -que han entendido y se han alineado con las políticas de estado fijadas desde lo mas alto de la Administración- como por ejemplo ocurre con la AFIP y la Aduana, quienes trabajan de manera intensa y sistemática desde hace ya largo tiempo, generando estrategias y herramientas para oponerse al progreso de tamaño flagelo.
Algo similar podemos decir de la Justicia Federal en materia civil, quién nos ofrece seguridad al momento de tener que recurrir a ella en la búsqueda de la aplicación de normas y tratados internacionales. Pero lamentablemente no sucede lo mismo con la Justicia en materia penal, cuando la debemos requerir para enfrentar a estos delincuentes y/u organizaciones criminales; pero no porque sea responsabilidad de los magistrados, sino por ausencia de una adecuada legislación en materia penal.
Necesariamente entonces, debemos responsabilizar por esta situación al Legislativo quién continúa desgraciadamente brillando por su ausencia. Pareciera que el problema para la gran mayoría de nuestros legisladores no existe, o peor aún, que no requiere de solución ninguna. Son ellos quienes deben trabajar para cambiar este desgraciado status-quo; sin embargo, dejando de lado por supuesto las excepciones que siempre existen, -me refiero a legisladores como Ritondo o Curletti por caso-, la gran mayoría, se hacen desde hace ya tres largos años, manifiestamente los desentendidos.
Evidentemente no los motiva ni el incumplimiento a los Tratados Internacionales, como sucede con el art. 61 de la ley 24.425, ni la evasión fiscal que este delito provoca, ni el contrabando que anima, ni el trabajo esclavo que esconde, ni por supuesto, la grave violación al derecho de propiedad que la falsificación marcaria implica.
La pregunta que sigue consecuentemente y que me asalta de manera permanente, es que interés más fuerte y/o poderoso frena e impide que desde el Legislativo se trabaje de verdad en la reforma de la ley de marcas. O dicho de otra forma, que es lo que produce tanto desinterés en generar una norma idónea?
El Vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli, está próximo a hacerse cargo de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires. Desde allí, va a tener que dar solución al comercio ilegítimo que todos conocemos fomentan y realizan muchos talleres clandestinos y ferias que se encuentran asentados y distribuidos a lo largo de toda la Provincia. Si desde su lugar como Presidente del Senado de la Nación no ha podido actuar y dar satisfacción al proceso de reforma de la ley, me pregunto, como hará sin la herramienta legislativa necesaria entonces, para cumplir con las políticas de estado y dar el combate que desde el Ejecutivo se reclama contra el comercio ilegitimo?
Sinceramente, no quisiera ni me gustaría pensar que algo va a cambiar para que finalmente todo siga igual.
Un muy cordial saludo a todos.
Talleres clandestinos que obligan a hombres y mujeres a trabajar y vivir en estado prácticamente de esclavitud; ferias que comercializan a plena luz del día productos con marcas falsificadas que esos mismos talleres fabrican, en las que parecieran mandar e imponerse los códigos mafiosos por sobre los municipales, provinciales o nacionales.
Tan solo inténtese entrar con una cámara para reflejar lo que allí acontece y verán lo que ocurre con el “imprudente y/o desprevenido” portador de la cámara. Mercados virtuales que ofrecen a través de Internet todo tipo de productos falsos, como medicamentos, productos alimenticios, vinos, indumentaria, calzado, relojes, perfumes, anteojos, teléfonos, palos de golf, repuestos de lo que sea que se quiera, etc. En síntesis, todo lo que se les ocurra que se fabrique, se falsifica y ofrece. Y no solo a través de sitios determinados dedicados al intercambio, sino que nos llegan por cientos ofertas vía e-mail y/o spam.
Hoy el fruto del intercambio espúreo a través de esos mercados virtuales es superior al de los mercados territoriales. Y también más peligroso, pues al ofrecer productos de mejor calidad que los que usualmente se ofrecen en los mercados territoriales, se facilita la confusión y se capta más fácilmente la voluntad del consumidor.
Frente a esta realidad, hemos encontrado respuestas concretas, claras y precisas desde algunos sectores del Ejecutivo, -que han entendido y se han alineado con las políticas de estado fijadas desde lo mas alto de la Administración- como por ejemplo ocurre con la AFIP y la Aduana, quienes trabajan de manera intensa y sistemática desde hace ya largo tiempo, generando estrategias y herramientas para oponerse al progreso de tamaño flagelo.
Algo similar podemos decir de la Justicia Federal en materia civil, quién nos ofrece seguridad al momento de tener que recurrir a ella en la búsqueda de la aplicación de normas y tratados internacionales. Pero lamentablemente no sucede lo mismo con la Justicia en materia penal, cuando la debemos requerir para enfrentar a estos delincuentes y/u organizaciones criminales; pero no porque sea responsabilidad de los magistrados, sino por ausencia de una adecuada legislación en materia penal.
Necesariamente entonces, debemos responsabilizar por esta situación al Legislativo quién continúa desgraciadamente brillando por su ausencia. Pareciera que el problema para la gran mayoría de nuestros legisladores no existe, o peor aún, que no requiere de solución ninguna. Son ellos quienes deben trabajar para cambiar este desgraciado status-quo; sin embargo, dejando de lado por supuesto las excepciones que siempre existen, -me refiero a legisladores como Ritondo o Curletti por caso-, la gran mayoría, se hacen desde hace ya tres largos años, manifiestamente los desentendidos.
Evidentemente no los motiva ni el incumplimiento a los Tratados Internacionales, como sucede con el art. 61 de la ley 24.425, ni la evasión fiscal que este delito provoca, ni el contrabando que anima, ni el trabajo esclavo que esconde, ni por supuesto, la grave violación al derecho de propiedad que la falsificación marcaria implica.
La pregunta que sigue consecuentemente y que me asalta de manera permanente, es que interés más fuerte y/o poderoso frena e impide que desde el Legislativo se trabaje de verdad en la reforma de la ley de marcas. O dicho de otra forma, que es lo que produce tanto desinterés en generar una norma idónea?
El Vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli, está próximo a hacerse cargo de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires. Desde allí, va a tener que dar solución al comercio ilegítimo que todos conocemos fomentan y realizan muchos talleres clandestinos y ferias que se encuentran asentados y distribuidos a lo largo de toda la Provincia. Si desde su lugar como Presidente del Senado de la Nación no ha podido actuar y dar satisfacción al proceso de reforma de la ley, me pregunto, como hará sin la herramienta legislativa necesaria entonces, para cumplir con las políticas de estado y dar el combate que desde el Ejecutivo se reclama contra el comercio ilegitimo?
Sinceramente, no quisiera ni me gustaría pensar que algo va a cambiar para que finalmente todo siga igual.
Un muy cordial saludo a todos.
5 comentarios:
Estimado Roberto:
Mi opinión (que reconozco muy pobre) sobre tu excelente artículo, sería así:
Las preguntas sobre política legislativa tienen, lamentablemente, un sentido -y una respuesta- diferente aquí que en los países institucionalmente organizados. En éstos el interés político coyuntural -básicamente electoral- tiene gran peso, pero se balancea porque la actividad de una dirigencia capacitada y responsable también tiene en cuenta el bien común a largo plazo.
Aquí sólo está en mira el rédito político inmediato. En este sentido, dudo que el Ejecutivo tenga real interés en modificar nuestros estatutos penales para combatir la falsificación marcaria. Si así fuera, la mayoría de que dispone en ambas cámaras del parlamento hubiera considerado y aprobado las modificaciones legislativas que entendemos tan necesarias. Hay que concluir que los políticos, tanto en el gobierno como en el congreso, no ven ganancia de imagen o votos en este asunto.
Es muy difícil, por otro lado, imaginar que habrá de formarse una conciencia colectiva que comprenda los problemas asociados a la falsificación marcaria y comience a reclamar reformas. Por lo tanto, y aunque ello no signifique que hay que abandonar los esfuerzos por dar publicidad a las iniciativas, la única esperanza radica en una campaña de ideas a nivel de la dirigencia, despacho por despacho. Estando las cosas como están, las ideas deberían ser sencillas y también tener una respuesta para la famosa pregunta del Cardenal Lamberto a Michael Corleone: "Me han dicho que es Ud. un hombre práctico: ¿Qué tiene que perder?"
Aprovecho para enviarte, y también a todos los lectores del blog, un fuerte abrazo.
José María.
Los institutos de perfeccionamiento docente, las escuelas de administración pública, los organismos de capacitación judicial proliferan en todos los países importantes, existiendo también algunos en la Argentina.
Ello es fruto del reconocimiento de que siempre hay mucho que aprender y tanto más cuanto más alta es la función desempeñada.
Considero que los legisladores deberían decidir el establecimiento de algún sistema de actualización que les permita estar permanentemente informados de los grandes temas que se van presentando en el mundo contemporáneo y que merecen rápidas respuestas del legislador.
Quizás el problema que señala el artículo que se comenta sea en verdad el producto de no advertir la importancia de la cuestión marcaria y los estragos que en materia social se producen por la existencia de organizaciones criminales dedicadas a falsificar productos de marcas conocidas.
Si así fuera ese sistema de actualización podría significar un principio de solución, al crear la consciencia en los congresales de la importancia del tema marcario.
Carlos A. azize
Es evidente que la falta de interes del poder legislativo para modificar la ley de marcas esta causadndo un grave perjuicio, no solo en la economia nacional, sino tambien esta frenando inversiones de marcas internacionales por no encontrar resguardo alguno en la legislacional nacional para proteger sus intereses.
Es muy interesante la propuesta del Dr. azize de instruir a nuestros legisladores acerca de los grandes temas que atañen al mundo contemporaneo no solo para mejorar la situacion actual de nuestro pais sino para lograr una insercio en un mundo cada vez mas globalizado.
Roberto Marcos Porcel.
Roberto:
A esta altura de los acontecimientos está claro que, desde el propio poder Ejecutivo, el Presidente ha manifestado que el combate a la Falsificación Marcaria en la Argentina es una cuestión de Estado.
Vale decir que el primer paso, quizás el mas importante que es la voluntad política de dar batalla, por lo menos desde lo manifestado por el propio Presidente de la Nación y lo actuado en consecuencia por la Aduana y la AFIP demuestra a las claras que desde dicho poder del Estado se está instrumentando una política coherente en este sentido. En rigor de verdad, y mas allá, la política de Estado no se está limitando únicamente al Fraude Marcario, sino al comercio ilegítimo en general. De allí que se puede observar en cualquier noticiero televisivo el accionar de la Aduana y la AFIP en este sentido.
Sin embargo, lo que es una política de Estado del Poder Ejecutivo, no se compadece con la política que el poder Legislativo lleva adelante en este sentido.
A esta altura está claro que el Poder Legislativo se encuentra en estos temas, cuanto menos, mirando hacia otra parte.(Esto sí que es verdadera división de poderes!!!).
Los proyectos introducidos para la reforma penal de la 22.362 en Diputados, no logran pasar, en el mejor de los casos, de una comisión a otra para su estudio.
Vale decir que el Poder Legislativo, máximo responsable en este caso para la reforma de la ley, no entiende, no le interesa y no tiene idea del problema que representa la Falsificación Marcaria desde el punto de vista penal.
No está hasta la fecha dispuesto ni siquiera a estudiarlo o plantearlo como una cuestión prioritaria para su estudio entre Comisiones.
Este es uno de los responsables del problema. Pero hay otros.
Quienes?
Algunos ( no todos por supuesto) de los que representan marcas de primer nivel en la Argentina.
He oído decir ( los he escuchado personalmente) a dos colegas- que defienden una importante marca de zapatillas en la República Argentina-, que el producto en fraude a la ley sobre su marca que se vende en las ferias, es de orígen importado. Pues bien, caballeros, esto está tan lejos de la verdad como la inocencia que sostenía Jeffrey Dammer cuando aducía inocencia en la muerte de cuarenta y dos personas a manos suyas en los Estados Unidos de Norteamérica.
Obviamente los colegas no han hecho o no hacen bien su trabajo. Basta con que vayan personalmente a La Salada o a La Saladita (por dar solo dos ejemplos) y caminen y vean los productos apócrifos con la marca falsa de sus clientes. Solo con esa sencilla tarea observarán que el producto falso es hecho en un 100% en territorio argentino.
Otros representantes de importantes marcas en la Argentina sostienen, contrariamente a la política de sus casas matrices en los Estados Unidos o Europa- que no hacen nada frente a la falsificación de sus productos en Argentina, ya que solo representa algunos millones de pesos de los varios millones de facturación. Entonces no lo consideran de importancia. Mucho me gustaría ver a estos representantes en la Argentina explicarles a los titulares de dichas marcas en el exterior esta "teoría". Me animo a adelantar que de ser explicada de manera directa y no entre bambalinas como lo hacen en privado, la dueñas de las marcas le quitarían automáticamente la representación, el franchising o lo que fuera para la Argentina.
Las dueñas de las marcas en orígen tienen establecido el sistema de tolerancia cero para la falsificación de sus marcas, sea por un dólar o por cientos de millones.
Ahora bien, la Argentina ha sido puesta por la CE entre los primeros dieciseis paises con mayores problemas sin resolver en el Fraude Marcario, en consonancia con el informe 301 emanado del Gobierno de los Estados Unidos (priority watch list).
El gobierno argentino - y el país, obviamente - paga los platos rotos por la inoperancia del Poder Legislativo y la desidia de muchos de los representantes de marcas del exterior en la Argentina a quienes, por ignorancia, negligencia y descuido les pasan cientos de millones de dólares por año bajo sus narices, producto de la falsificación de marcas sin que se inmuten o se les mueva un pelo al respecto.
A mi juicio, Roberto, estos son, entre muchos otros, los dos mayores problemas que frenan la modificación de la 22.362 en su parte penal. Mientras esto no cambie, seguiremos subiendo en el triste ránking de los países que nada hacen contra el delito del siglo XXI.
Un abrazo a todos los amigos del blog.
Saludos al Dr: Roberto Porcel y Dr: Enrique Lisandro Cabo,me parece que el intringulis del Problema està planteado en torno a los mecanismos de aprobaciòn de las Leyes puès si bièn es cierto que la lucha contra la Falsificaciòn Marcaria es una Polìtica de Estado y creo que de eso nadie tiene dudas sobre todo por las ultimas actuaciones Administrativas de control que han sido suficientemente publicitadas a nivel Mundial,sin embargo en el Poder Legislativo te encuentras con los adversarios politicos que no piensan en el Pais sino en su parcialidad Polìtica y esto hace mucho daño a todos nuestros paises,es decir, la disidencia plitica es aceptable y apetecible en un sistema democratico,pero No es menos cierto que los legisladores deben hacer su trabajo para el Pais el interès general de los ciudadanos y no segùn sus apetencias politicas de esto tenemos muchas muestras a lo ancho y largo de nuestro Continente latinoamericano pero creo sin temor a equivocarme que la Ley saldra aprobada porque el Fines Operis y el Finis Operantis de la Ley ,de sus redactores y de los propios legisladores es el Bien de la Argentina el cual contagiara a toda la sub-regiòn dado que queremos puestos de trabajos dignos con seguridad social y una industria floreciente y sana que pueda otorgar dinamismo a nuestras economias.
Cordiales, Saludos !!!
Dr: Gilberto Antonio Andrea Gonzalez
ABGADO-U.C.A.B.
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